Demasiado cristal para esta piedra

He ledo, en una incesante sucesin de asombros, Las razones del hombre delgado. Por si esperas que haga y te diga una sntesis, empezar argumentando que, a mi innecesario juicio, se trata de la conciencia / contemplacin de la muerte refractada por la vida. La muerte ser la tuya -y la ma, cmo no-, debo suponer. Pero me importa mucho la manera, lcida hasta deslumbrar, con que lo haces, y de sta te digo que me parece haber ledo una narracin. Una narracin? S. De lo que eres y llevas contigo, que, pudiendo ser slo narrable y narrado, trasparece con valor de invocaciones y smbolos, y stos, simultneamente, son relmpagos reveladores de sustancia potica. Para que esto ocurra, has liberado palabras cargadas con poderes surreales y las engarzas en una sintaxis tambin liberada hasta de puntuacin. Por si fuera poco, has creado los que no son propiamente heternimos y yo dir "falsos y necesarios poetas infiltrados". Un muy hermoso y arduo tejido.

ANTONIO GAMONEDA (Espaa)

Con un exquisito despliegue de irona que llega a roer -canto de larvas- el hueso del sarcasmo, Rafael Soler se toma la humana licencia de hablar, desnudo y sin mortaja, de la muerte y con ella, ntimamente incluso, en este libro, que si a primera vista semeja un ldico y desopilante epitafio del propio autor y de todos los que compartimos el vaco que nuestro cuerpo ocupa, pgina a pgina va revelndose como una radical y gozosa afirmacin de la existencia, del goce y del poder de la escritura para sobrevivirse y sobrevivirnos, rescoldo que atesore el saldo de los das.

A sus habituales lectores no nos extraa -aunque siempre nos sorprenda- la gallarda de Soler para hacer lances verbales al dolor, al vaco, al desencanto. Ahora, en Las razones del hombre delgado, da un paso ms y acomete con elegante vernica a la mismsima Catrina, usando como capote la Vernica de su rostro y el nuestro, grabado ardiente del rastro de pavura que nos deshabita, justo all donde descender ms al fondo / es imposible / y no hay hojalatero / que abra los precintos. Salvo, con este nuevo libro, nuestro muy querido poeta.

GABRIEL CHVEZ CASAZOLA (Bolivia)

Libro de cuando el reloj desdice la hora, cuando del rbol ha callado el follaje, del hombre que es uno y es varios y llega a su casa en la noche y empieza a escribir con valor y crudeza los versos de la despedida. Se acabaron "bourbon, canto y vida", el amor a la mujer que a la vez nos crea y nos destruye, y as es, y no hay queja y hasta luego, venimos como las sombras y nos vamos como las sombras. "De cuanto hice, poco s", y el lector repite la lnea melanclicamente como si lo hubieran dicho para l. De facilidad engaosa, Las razones del hombre delgado cuenta los hechos con un lenguaje sencillo y un complejo punto de vista. Libro del andar del tiempo y del tiempo andado, no sin perplejidad amarga e irnica, podemos...