Ocio y Desarrollo

La pobreza del indio no se conoce, pues el indio viste mal, come mal, trabaja a la estricta todo el da, mantenido con el vicio de la coca o del tabaco. Si cosecha, est contento; si no cosecha, tambin est contento; si tiene sal, come sal; si no la tiene, come sin ella. El blanco no. Cuando no tiene todo esto, reniega, maldice su misma suerte y queda a la manera de un tronco viejo carcomido por la polilla en el huerto del cultivador. El indgena, aun cuando est viejo, arranca yerba sentado en su jardn. El indgena vive hasta cien aos y el blanco no alcanza sino a cuarenta, y de cuarenta a sesenta aos cuando ms. De sesenta en adelante queda encorvado, porque la sangre la tiene degenerada (Manuel Quintn Lame, 1987: 41).